La riqueza y variedad del universo sonoro en el cual estamos inmersos es ilimitada portadora de información, generadora de conocimiento, es vehículo de comunicación y fuente material e inspiradora para la creación artística. Se encuentra en constante transformación y desde diversos ángulos y campos disciplinares lo sonoro es materia de estudio.

Entramados de sonidos conforman paisajes sonoros que evolucionan por su propia naturaleza. Algunos cumplen su ciclo vital y se extinguen para siempre a la vez que surgen nuevos en forma simultánea que también habrán de mutar. Otros quedan inmersos en una dinámica de transformación propia que cada vez es más pronunciada en gran medida debido a la acción humana. En especial desde el inicio de la era industrial en adelante como producto de cambios sociales y tecnológicos o derivados de estos como lo son la polución sonora y otro tipo de contaminaciones.

Este trabajo propone una aproximación sensible a lo sonoro que permita una puesta en valor de los entornos y paisajes sonoros urbanos y naturales que habitamos y que transitamos, a partir de sus condiciones acústicas y sus valores simbólicos. Se plantea desarrollar una visión crítica y reflexiva de nuestras acciones como individuos y como sociedad en relación al medio ambiente sonoro. Al mismo tiempo que el trabajo colectivo plasmado en forma de mapa sonoro da cuenta de una mirada singular acerca de nuestro tiempo y lugar que quiere ser un aporte para colocar en foco la temática de lo sonoro.

Los sonidos siempre cuentan una historia, los sonidos que nosotros producimos cuentan en parte nuestra historia. Hacer de estos materiales objeto de estudio y observación para realizar registros que están vinculados a su espacio físico de origen, a su contexto geográfico, en la representación física del mapa es una manera de participar en esta historia a la vez que esperamos sea una contribución de interés para la comunidad.